La EM es una enfermedad autoinmune, degenerativa e idiopática (se desconoce su causa) que afecta el sistema nervioso central. En esta enfermedad se produce una afectación de la mielina de cualquier parte del cuerpo, pero sobre todo afecta a la mielina del encéfalo y la médula espinal.
Los síntomas de esta enfermedad que suele aparecer en edades tempranas son: cansancio, visión doble o borrosa, problemas del habla, debilidad en los miembros, pérdida de sensibilidad o fuerza en alguna parte del cuerpo, vértigo o falta de equilibrio, sensación de hormigueo, problemas de control urinario y dificultad para andar o coordinar movimientos.
La hidroterapia juega un papel crucial a la hora de tratar a un paciente con este tipo de afectación, puesto que al sumergirnos en el agua logramos reducir un amplio porcentaje del peso corporal devolviendo así la capacidad de movilidad perdida.Con esta técnica incluso podemos conseguir una marcha terapéutica que más tarde podremos trasladar a tierra. Además el efecto analgésico del agua permite una relajación de la musculatura del paciente y aumenta su elasticidad ayudándonos a conseguir un mayor rango de movimiento. Algunos de los ejercicios que debemos realizar dentro del agua con paciente con EM son: ejercicios aeróbicos suaves, ejercicios de potenciación de las 4 extremidades, ejercicios de coordinación y equilibrio en bipedestación y ejercicios de reeducación de la marcha. Todo esto se debe acompañar de una fase final de recuperación mediante ejercicios respiratorios y estiramientos.

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